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Comentario a las lecturas del domingo

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Domingo 31º del Tiempo Ordinario - Ciclo C3 de noviembre de 2019

Hemos celebrado el día de todos los santos y la conmemoración de los fieles difuntos, herederos de la promesa de salvación, discípulos de Cristo que se han unido a él en la cruz y en el servicio a los hermanos, un camino exigente de coherencia entre la fe, las obras y los sentimientos. Hoy nos encontramos con un personaje singular llamado Zaqueo jefe de un grupo de publicanos─, que no conoce a Jesús y quiere verlo a su paso por Jericó (centro de comercio con bastante población que sí sabía quién era Jesús).

¿Qué llama la atención de este pasaje de Lucas? 1. La iniciativa y creatividad de Zaqueo (subir al sicomoro) para lograr ver a Jesús; 2. Jesús fija su mirada en Zaqueo, lo llama por su nombre y le anuncia que irá a quedarse en su casa porque “es necesario”; 3. La acogida alegre de Zaqueo a Jesús; 4. La crítica y el prejuicio de la gente: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador»; 5. El encuentro entre Jesús y Zaqueo da como fruto la conversión alegre: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, y a quien haya defraudado le devolveré cuatro veces más»; 6. El anuncio de Jesús, cuya palabra sana y perdona: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

El encuentro entre estos dos hombres marca unantes y un después para Zaqueo y la comunidad que gozará los frutos de su conversión. Somos testigos de una transformación profunda que solo es posible al permitir que Jesús entre en el alma interior, porque Él es capaz de entrever lo bueno que hay en cada persona y sacarlo a la luz. Así pues, ver, escuchar y creer en el Señor producen el milagro de la conversión activa. Cuando reconocemos el Zaqueo que hay en nuestro interior, recibimos a Jesús mismo, lo atendemos como se merece y florece la alegría de la auténtica conversión. Para reflexionar: 1. ¿Anhelo encontrarme con Jesús o he obstruido o negado su paso? 2. ¿Por qué me cuesta aceptar el arrepentimiento de otra persona? 3. ¿Qué debo cambiar en mí para actuar como el Zaqueo de “después”? Amén.

José A. Matamoros G. Pbro.

Párroco