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Comentario a las lecturas del domingo

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34° Domingo  del Tiempo Ordinario - Ciclo B 25 de noviembre de 2018

A propósito de esta hermosa solemnidad de Jesucristo Rey del universo, predicaba el Papa Francisco: “En este día, nos vendrá bien pensar en nuestra historia, y mirar a Jesús, y desde el corazón repetirle a menudo, pero con el corazón, en silencio, cada uno de nosotros: "Acuérdate de mí, Señor, ahora que estás en tu Reino. Jesús, acuérdate de mí, porque yo quiero ser bueno, quiero ser buena, pero me falta la fuerza, no puedo: soy pecador, soy pecadora. Pero, acuérdate de mí, Jesús. Tú puedes acordarte de mí porque tú estás en el centro, tú estás precisamente en tu Reino." ¡Qué bien! Hagámoslo hoy todos, cada uno en su corazón, muchas veces. "Acuérdate de mí, Señor, tú que estás en el centro, tú que estás en tu Reino. (24 de noviembre de 2013).La historia de cada uno de nosotros se une a la historia sagrada de Jesús, quien debe reinar en la integridad de nuestras vidas, pero lastimosamente no es así porque en ocasiones muy concretas reina nuestro “ego” y sale a flote el reinado del mundo y no el reinado de Dios.

Jesús, ante la presencia de un Pilato petulante y poderoso que defiende la Pax Romana se declara rey, rey no de este mundo pasajero sino el rey que sirve desde la verdad en contra de todo aquello que amenaza la caridad; reinado que va en contra del mundo de las tinieblas, del odio, de la soberbia y de la mentira, en fin, del pecado. Los cristianos de este siglo debemos estar comprometidos con el reinado de Jesús, reinado que empieza por la propia conversión, pasa de la mente al corazón, se refleja en el testimonio cotidiano y se lleva como Buena Nueva evangelios andantes a los hermanos, especialmente, los más alejados. 

Escribía Orígenes: “si queremos que Dios reine en nosotros, procuremos que de ningún modo el pecado siga dominando nuestro cuerpo mortal, antes bien, mortifiquemos todo lo terreno que hay en nosotros y fructifiquemos por el Espíritu”. Y enfatiza el papa Francisco: “Jesús, con su victoria, nos ha abierto su reino, pero está en cada uno de nosotros entrar o no, ya a partir de esta vida ─el Reino inicia ahora─ haciéndonos concretamente prójimo al hermano que pide pan, vestido, acogida, solidaridad, catequesis”. (24 de noviembre de 2014). ¡Reine Jesús por siempre en nuestros corazones! Pero, ¿de verdad reina en nuestro corazón como el Alfa y la Omega, como el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso? Amén.  

José A. Matamoros G. Pbro.

Párroco

 

Píldoras litúrgicas (Comportamiento adecuado para participar en la Celebración Eucarística)

Es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía. El término "Adviento" viene del latín “adventus”, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia. El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.