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Nuestra Señora de la Estrella

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En la celebración de las bodas de oro de nuestra parroquia, exaltamos la Virgen María en su advocación como Nuestra Señora de la estrella y nos confiamos bajo su amparo.

El día 8 de mayo es la fiesta de la "Virgen de la Estrella", patrona del Instituto de los Hermanos de La Salle, una advocación muy conocida entre los lasalianos, pero quizás no tanto en el contexto universal, porque esta devoción y patronazgo hacía parte del patrimonio espiritual de los Hermanos en tiempos del Santo Fundador, sino que fue incorporada en una época tardía.

La historia y la leyenda se entremezclan en el origen del culto y devoción a Nuestra Señora de la Estrella:

Se dice que en el año 1060, unos monjes benedictinos ─que caminaban cerca de las costas de Normandía en Francia─ descubrieron un hermoso lugar desde donde podía verse el océano Atlántico. Uno de ellos se acomodó en una barca de la playa para descansar, mientras otro se puso a dormir en la tierra. A la mañana siguiente el mar había arrastrado la barca y los vientos dirigieron al monje hasta Inglaterra. Su compañero, Fray Rogelio, entristecido por no haber encontrado al compañero, invocó la ayuda de María.

Mientras dormía tuvo una visión: una estrella caía del cielo con estruendo y quemaba el bosque, y una voz, la de María, le pedía que en aquel lugar construyera un santuario en su honor. Y levantó una pequeña choza con el propósito de cumplir la orden del cielo. Por los poblados cercanos se corrió la voz de la visión que tuvo el monje para cumplir la petición del cielo.

Poco a poco se fue construyendo una abadía. Tiempo después, y en una visita que el Rey Guillermo ─el Conquistador de Inglaterra─ hizo a las costas de Normandía, apoyó la obra y la pequeña capilla se convirtió en un Iglesia Abacial y monasterio. Además de ayudar a Fray Rogelio, le dio la noticia de que su compañero, que él creía perdido, estaba en Inglaterra y había sido nombrado Obispo de Salisbury.

Durante varios siglos, este lugar se convirtió en uno de los más importantes centros de veneración mariana. En recuerdo de la visión que tuvo el monje Rogelio, se le dio a esta iglesia y a la imagen ahí venerada el nombre de “Nuestra Señora de la Estrella”.

Lamentablemente, durante los siguientes siglos y dadas las condiciones políticas, religiosas y económicas del país, la Iglesia y el monasterio sufrieron persecuciones, destrucción y abandono.

En 1773 quedó solo un guardián en sus claustros. Para 1842 el lugar estaba prácticamente en ruinas. En 1844 el obispo de Coutances a instancia de las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia adquierió el lugar para establecer la Congregación de Hermanos del mismo nombre. El lugar fue entonces reconstruido.

En 1938 estos hermanos eran muy pocos y como no tenían muchas vocaciones, pidieron ser incorporados al Instituto de los Hermanos de la Escuelas Cristianas. Con este hecho, los Hermanos lasallistas se hacen cargo de la Abadía de “Nuestra Señora de la Estrella”. Ahora es sede de una Centro de formación dirigida por los Hermanos.

El 1 de mayo de 1960, en el noveno centenario de la fundación de la Abadía de Monteburgo, se efectuó solemnemente la coronación pontificia de Nuestra Señora de la Estrella declarándola “Reina y Madre y Patrona Universal de las Escuelas Cristianas” concedida por Juan XXIII. Cabe destacar que la corona de oro con la cual fue coronada, el cetro de oro y la corona del Niño Jesús, fueron fabricados en México por un artesano mexicano y su costo fue pagado en colecta nacional por alumnos de los colegios de la República Mexicana.

Los Hermanos Lasallistas consideran este santuario y la imagen de Nuestra Señora de la Estrella como un tesoro de familia y, es una coincidencia providencial que este hecho tenga relación con el signo oficial del Instituto: la estrella, signo del espíritu de fe que lo anima.