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Orígenes e historia de la parroquia

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45 años de Evangelización: “Amor a la vara y... de bazar en bazar” 

 La parroquia San Juan Bautista De La Salle, fue Erigida el 09 de mayo de 1970 por DECRETO CANÓNICO Nº 116, firmado por el Excelentísimo Monseñor Aníbal Muñoz Duque. Según la docente, Martha Belén Prieto Cuintacohubo tres  razones que dieron origen, hace 45 años, a su nacimiento: la primera, la constante petición de sus habitantes al Párroco de San José Obrero; la segunda, la promesa de los Hermanos de La Salle de fundar una parroquia en el Country Sur con motivo de las bodas de diamante de su llegada a Colombia; y, la tercera, el apoyo, lucha incondicional e interés de Monseñor Alfonso Garavito Rodríguez para que se fundara, un sueño gestado desde 1964 con el levantamiento de una vara que fue el signo para comenzar a soñar la construcción del templo con las primeras ofrendas de la misa y un diezmo de parte de los feligreses de 10 pesos. Gracias a la presencia de los Hermanos Lasallistas dentro de la fundación del barrio y por ser propietarios de gran parte de los terrenos, la parroquia tomó el nombre de “San Juan Bautista de la Salle”. Monseñor Garavito siempre decía: “Esta será una gran parroquia”. Así comenzó la historia de la formación y crecimiento de la Parroquia, que ha sido pastoreada por los siguientes sacerdotes:

El padre Evaristo Gelves Díaz inició como primer párroco hacia 1972, “Su labor se centró en continuar la construcción del templo sobre una base circular de 22 metros de diámetro aproximadamente, en forma de cruz griega y la hechura de la cúpula. Con 14 años de bazares construyó un cuarto para el sacerdote y se adaptó la Capilla adyacente como Despacho Parroquial. Las bancas de la Iglesia fueron diseñadas por los Benedictinos junto con el cancel. En las canteras de Soacha buscó un bloque de algo más de 7 toneladas para el Ara del altar.  Antes de su partida, terminó la Casa Parroquial, gracias al apoyo de Monseñor Víctor López y una ayuda de ADVENIAT, entidad de la Iglesia Católica Alemana”.

En esa época, el trabajo de formación cristiana, litúrgica y pastoral era muy difícil, sobre todo cuando se ejecutaba la construcción del templo. Ya estaban las Hermanas del Carmen Teresiano que, junto con las Hermanas del Instituto de la Sabiduría, empezaron a colaborar con la pastoral parroquial y de manera especial, con la obra educativa dentro de los sectores. La catequesis de los niños se realizaba en el Colegio San Gabriel Arcángel (Hoy el Parroquial). En la catequesis colaboraban los jóvenes mayores del Colegio, las Hermanas de la Sabiduría, y en alguna época las Hermanas Agustinas del Veinte de Julio.

El padre Evaristo, durante su gestión, hizo la solicitud a la Santa Sede de una reliquia de San Juan Bautista De La Salle, nuestro patrono, su deseo fue cumplido finalmente en el año 2004 y la reliquia del Señor De La Salle yace en el altar del Templo Parroquial.

Cabe recordar que, en 1972, el Colegio Parroquial San Gabriel Arcángel, fue trasladado a su sede actual en la Calle 22B Sur No. 10A- 04, bajo la dirección del Padre Hugo Solaque Parada, quién hizo entrega formal Padre Evaristo, época en que contaba con 225 estudiantes, en básica Primaria y Secundaria. A partir de este momento se iniciaron cambios graduales en la planta física, que se iba acomodando a las necesidades y aumento de la población estudiantil.

El padre Alirio López Aguilera, fue su segundo Párroco hacia 1985, su intención pastoral la centró en “formar una comunidad que se renueve en la fe, culto y caridad, mediante la evangelización familiar y la formación de laicos críticos en diferentes ámbitos”. Generó sentido de pertenencia y Vida Eucarística, amor a la Santísima Virgen a través de la formación de grupos Marianos, de Liturgia, Catequesis, Acólitos. Igualmente, organizó la Pastoral Social, de Salud y Vocacional, junto con la Pastoral Familiar, unida a los cursos matrimoniales.

También promovió programas de sensibilidad social a través de conciertos con la Orquesta Sinfónica de Colombia, del proyecto “Unidos por el Bosque”, de la publicación, en agosto de 1992, del primer Periódico Parroquial “Antena Parroquial”, unido al  proyecto de antenas parabólicas para que  muchos enfermos de la  parroquia tuvieran la oportunidad de celebrar la Eucaristía dominical. Lideró el Proceso de reinserción de los grupos de las milicias populares pandilleras a finales de febrero de 1995.

En 1987 gestionó el cambio de razón social del Colegio “San Gabriel Arcángel” a "Colegio Parroquial San Juan Bautista de la Salle", debido a su pertenencia a la Parroquia del mismo nombre, por medio de la resolución No. 0022262/87. En este mismo año solicitó ante la Secretaría de Educación Distrital la aprobación de la Educación Media Vocacional (grados 6° a 11°), la cual fue otorgada mediante resolución No. 003344 de octubre 24 de 1989; al finalizar dicho año se hizo la primera  proclamación de Bachilleres.

El padre Octavio Soler Espinosa llegó el 1 de enero de 1999 con el propósito de mantener el dinamismo pastoral e impulsar nuevos grupos. Destacó la solidaridad de la Parroquia en casos como el terremoto de Armenia (25 de enero de 1999) con la cual logró que se entregaran dos casas en el Municipio de la Tebaida, y, en el año 2000, cuando las Farc se tomaron la población de Guayabetal (Cundinamarca), un aporte económico al Padre Uriel Fernando Alonso, párroco en ese entonces de este municipio. Ejerció la solidaridad eclesial con parroquias como la del barrio la Fiscala, de la localidad de Usme y en Cazucá. Lideró la gran tarea de visitar a los reclusos de la Cárcel del Buen Pastor y de la Cárcel Distrital. Animó las proyecciones pastorales del Plan Global Arquidiocesano (1999-2008). Organizó el Equipo Parroquial de Animación Pastoral con la espiritualidad del Buen Samaritano. Contó con unas relaciones cordiales de la Junta de Acción Comunal, haciéndola parte de la vida pastoral, diferenciando este trabajo del papel político. Fundó en el 2000 la Hoja Dominical que, hasta la actualidad, se ha mantenido gracias a la generosidad de muchas familias de la Parroquia.

Acompañó a los docentes de instituciones privadas y públicas, conformando  el Grupo de Pastoral Educativa. En el Colegio Parroquial continuó los cambios físicos y aumentó la población estudiantil. Tramitó la licencia para anexar la sección preescolar a la Institución. Contó con los laboratorios de física y química; hizo mejoras en salones de clases, oficinas, batería de baños para niños y niñas, biblioteca, sala de sistemas, patio de recreo, sala de profesores y cafetería. Se dio inicio a la participación del Colegio en la Feria Nacional de Ciencia y Tecnología organizada por Corferias.

El padre José Hernando Gómez Ojeda llegó en enero de 2005, fortaleciendo, con entusiasmo y alegría, la pastoral parroquial y el acompañamiento del Colegio Parroquial. Impulsó una pastoral de la cercanía hacia los feligreses, de manera especial de los niños y los jóvenes, viendo la necesidad de salir hacia los sectores con la celebración de la Santa Misa, según una programación mensual. Recuerda con cariño cómo los feligreses se unían en torno a las grandes celebraciones de los tiempos fuertes, especialmente de la Semana Santa y la Navidad, y con generosidad participaban de los grupos pastorales y las acciones solidarias con los necesitados.

A nivel del Colegio ejecutó las obras de reforzamiento estructural, la construcción del segundo nivel en el costado sur y en el costado oriental de las instalaciones, lo cual permitió la ampliación de la sala múltiple, la ubicación del nuevo laboratorio de ciencias, la zona de vigilancia, la sala de profesores y el aula de música. Conformó la Banda Sinfónica del Colegio Parroquial con el nombre EXMU JU (Expresiones Musicales Juveniles), reconocida por presentarse en actividades de la Vicaría Episcopal Territorial de San José y reconocida en varias actividades académicas y pastorales de la Arquidiócesis de Bogotá. Promovió reformas que condujeron a la formación del proyecto de emprendimiento cuyo propósito era impulsar a los estudiantes a elaborar su propio plan de gestión empresarial. A partir de diciembre de 2010, la Institución inició el proceso de implementación del Sistema de Gestión de Calidad con miras a obtener la certificación IS0 9001:2008.

El 19 de agosto de 2011 asumió la Parroquia y dirección del Colegio el padre Juan José Burgos Acosta quien entregó las dos responsabilidades al Vicario Episcopal de San José, Monseñor Carlos Julio López Ramírez, el 1° de septiembre. Durante dos semanas los Frailes mínimos estuvieron colaborando con las celebraciones eucarísticas mientras el Señor Arzobispo nombraba al nuevo párroco.

El padre Rubén Darío Hernández llegóel 18 de septiembre de 2011, fortaleciendo el trabajo pastoral y material tanto de la Parroquia como del Colegio. Tuvo como horizonte priorizar la “Evangelización” a través del Proyecto SINE (Sistema Integral de Nueva Evangelización), del cual nacieron más de 14 pequeñas Comunidades de base que, hoy día, son el motor de la vida ministerial de la Parroquia, dando orden a las pastorales y servicios que se prestan y de los cuales se benefician muchos feligreses. Promovió la remodelación de la Casa Cural, la construcción de nuevos cenizarios, del sagrario y la pila bautismal y la instalación del techo del Templo Parroquial en dry wall. También acompañó el proceso de construcción de la Capilla de San Juan Pablo II, liderado por Junta de Acción Comunal de Pijaos y programó la celebración de la Santa Misa para los días jueves y domingo.

A nivel social promovió la creación de “Frente por mi frente” en el Adviento del 2013 que inició con la temática de las basuras, es un grupo liderado desde la Parroquia, que reúne a todas fuerzas vivas de los barrios y conjuntos residenciales para dar solución a los problemas que se presentan en la comunidad. La Junta de Acción Comunal del Country ha prestado el servicio de animación y convocatoria de todos los líderes junto con los soportes de actas, cartas y archivos fotográficos.

A nivel del Colegio se dio a la tarea de continuar el proceso de Certificación Gestión de Calidad ISO 9001-2008 (Nov 20 del 2012) dándole categoría superior según los estándares superiores de la Secretaría de Educación, logrando una mejor optimización de los recursos. Impulsó las Comunidades de Aprendizaje que, hoy día, son el corazón pedagógico del Colegio Parroquial de San Juan Bautista De La Salle; insertó el programa de bilingüismo proyectando una comunidad educativa que hable inglés y dejó la prolongación de la jornada académica a una novena hora, con el fin de reforzar la dimensión académica y proyectando la jornada única que será un programa bandera del Gobierno Nacional en 2016. 

En la parroquia otros sacerdotes han realizado una labor pastoral no menos importante, de ellos dan fe los libros de bautismo revisados: Padre Pedro Julio Rojas, Padre Víctor Torres y el Padre Hugo Solaque. Recientemente los sacerdotes Fredy Miguel Rincón Morales, Fray Martín Fernando Salgado, Luis Ángel Cuenca, Eduar Bonilla, Josué Gedeón Caldas Bustamante y Eurípides Rey Silva. Los sacerdotes, hijos de esta comunidad parroquial son: Álvaro Huertas, Alfonso Alberto Gutiérrez Chaparro, Julio Cesar Montilla, Mauricio Cuesta, Luis Eduardo López Aguilera, Juan Andrés Barrera y José Gregorio Rodríguez Suárez. Los diáconos permanentes: Álvaro de Jesús León, Luis Alejandro Cárdenas Bayona y Diego Iván Castro Uñate.

Y, unida a la voz de los pastores, cómo olvidar a los laicos comprometidos que, a los largo de éstas más de cuatro décadas, han contribuido a la construcción material, espiritual y pastoral de la Parroquia unida al Colegio, desde sus fundadores hasta los actuales colaboradores que hacen parte de los ministerios y servicios, y de las familias que domingo a domingo, sin cesar, se reúnen en torno al altar del Señor, para celebrar el centro y culmen de nuestra fe católica: la Eucaristía.

La Parroquia San Juan Bautista De La Salle seguirá siendo un motor para evangelización y educación de las nuevas generaciones que, en torno a la vida sacramental, espiritual y pastoral, continuará haciendo camino en aras de reconocer que siempre “el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo y aquí abajo en la tierra; no hay otro” (Deuteronomio 4,39).